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Nuevo Modelo de Financiamiento del Fondo Mundial

Esta semana, la Junta de Gobierno del Fondo Mundial aprobó el Nuevo Modelo de Financiamiento. Como hemos analizado en artículos previos, este nuevo modelo fue una las prioridades y discusiones más controvertidas de la Junta en el último año. Incomprendido, amado y odiado, se encuentra ya aprobado y entrará pronto en vigencia.

Como analizamos en un artículo previo, el Nuevo Modelo de Financiamiento del Fondo Mundial fue una las prioridades y discusiones más controvertidas de la Junta en el último año. Incomprendido, amado y odiado por igual, se encuentra ya aprobado y entrará pronto en vigencia. Ofrecemos una rápida semblanza de algunas de sus características:

El fin de las rondas

El periodo de asignación de subvenciones será cada tres años, en sintonía con el ciclo de reaprovisionamiento. La Secretaría identificará la cantidad de recursos disponibles para su asignación a los Grupos o Bandas de Países, y actualizará la información específica del país necesaria para usar la fórmula de asignación descripta más adelante.

Mientras el período de asignación estará en sintonía con el ciclo de reaprovisionamiento del Fondo, la planificación e implementación de las subvenciones estará alineada con los ciclos de planificación del país. El periodo estándar de financiamiento del Fondo Mundial para un solicitante será de tres años, sujeto a flexibilidad si la Secretaría lo considera apropiado.

Abordaje por grupos

Creación de Grupos de Países: la Junta aprobó el siguiente abordaje para determinar la composición y estructura de los Grupos de Países a los fines de asignación de recursos:

a. Principios para determinar los Grupos de Países: la Junta aprueba los siguientes principios para determinar los Grupos de Países, a fin de asegurar que se pone el foco en los países con mayor carga de enfermedad y menor capacidad de pagar:

i. Masa crítica suficiente: cada Grupo de Países debería tener una cantidad lo suficientemente grande de países y recursos suficientes para permitir la flexibilidad en su interior;

ii. Coherencia lógica dentro de cada grupo: como los fondos de incentivo presentan la necesidad de comparar entre las solicitudes, los países dentro de cada Grupo de Países deberían ser más o menos comparables;

iii. Los Grupos no deben ser por enfermedad: cada país debería ser parte de un único Grupo de Países; y

iv. Simplicidad: el sistema de Grupos de Países debería ser fácil de comunicar e implementar.

b. Criterio de composición de los Grupos de Países: los países serán asignados a Grupos de Países en base a un puntaje compuesto, generado a partir de la combinación del Ingreso Nacional Bruto (INB) por habitante y carga de enfermedad.

c. Cantidad de Grupos de Países: en base a estos criterios de composición, los países elegibles serán incluidos en uno de cuatro Grupos de Países, en base a una combinación de mayor o menor carga de enfermedad; y mayor o menor ingreso. Uno de estos Grupos de Países, el de mayores ingresos y menor carga de enfermedad, será un “Grupo Dirigido” que incluirá a países a los que se les financiarán exclusivamente estrategias, proyectos o planes dirigidos a poblaciones en mayor riesgo (PEMAR).

d. Revisión de los Grupos: antes de cada periodo de asignación, la Junta puede revisar la composición de los Grupos, en base a recomendaciones del Comité de Estrategia, Inversiones y Repercusión (CEIR).

Financiamiento indicativo y de incentivo: como parte de esta asignación, la Junta dividirá el monto total de recursos asignados a cada Grupo de Países en financiamiento indicativo y de incentivo:

a. Finalidad del financiamiento indicativo: el financiamiento indicativo debería garantizar previsibilidad a los solicitantes, y debería defender las inversiones totales del Fondo Mundial en formas que vayan más allá de la continuidad de servicios esenciales.

b. Finalidad del financiamiento de incentivo: como fuera acordado previamente por la Junta, una parte de los fondos será usada para crear una corriente de financiamiento para incentivar programas de alto impacto y buen desempeño, y la presentación de solicitudes robustas y ambiciosas basadas en planes estratégicos nacionales o casos de inversión. La designación de fondos para esta corriente será muy importante para asegurar fondos suficientes para motivar a las expresiones de la demanda de calidad.

c. Acceso al financiamiento: el acceso al proceso de financiamiento estará basado en el diálogo y revisión con los países, donde el Fondo Mundial es parte de procesos conjuntos liderados por el país, incluyendo a los MCP y a otros asociados clave, y tendrá como resultado el desarrollo de una nota conceptual.

Gestión de la demanda de calidad no financiada: dado que la demanda de calidad de los países podría exceder el nivel de recursos disponibles, la Secretaría llevará un registro de la demanda de calidad no financiada. El Fondo Mundial priorizará esta demanda de financiamiento futuro si están disponibles recursos adicionales, a la vez que invitará a otros donantes a financiar esta demanda directamente.

Nada muy nuevo bajo el sol de Ginebra

¿Qué hay de nuevo? No hay nada muy nuevo. La Junta Directiva ha confirmado con más elaboración y reflexión un proceso para acceder a los fondos que estará: 1) basado en la oferta, es decir los fondos disponibles cada tres años; y 2) basado en la renta y en la carga epidémica, muy similar al criterio de elegibilidad y priorización que reinaba previamente.

Quizás lo más nuevo es la introducción de la tan anhelada alineación con los planes estratégicos nacionales. Lo que no es cosa nueva, es la pobre participación de la sociedad civil y de las comunidades en el desarrollo de estos planes en muchos de nuestros países, que resultan de dudosa factura y calidad.

Por todo esto seguirá siendo muy difícil para América Latina acceder a nuevos ciclos de financiamiento. La mayoría de los países son de renta media alta con epidemias concentradas. El poco espacio para entrar y quedarse en la cartera del Fondo Mundial en el futuro dependerá de: el buen desempeño de la subveciones que se encuentran en ejecución en la región, las evidencias del éxito de los proyectos para poblaciones en mayor riesgo (PEMAR o MARPs, por sus siglas en inglés), la mejora del contexto financiero global y sobre todo, un posible despertar y renacimiento del liderazgo internacional de los gobiernos latinoamericanos.

Hemos ingresado definitivamente en la era post-ODA (Asistencia Internacional para el Desarrollo). La diferencia entre vivir bien o enfermar y morir será nuestra capacidad de “vivir con lo nuestro”.

Colaboración: Cecilia Dávila

Acerca del autor

Javier Hourcade Bellocq

Editor responsable de Corresponsales Clave y Representante Regional de América Latina y el Caribe | Argentina
Organización:International HIV/AIDS Alliance

Javier Hourcade Bellocq es el Editor Responsable de Corresponsales Clave y trabaja en VIH desde 1987. Fue uno de los fundadores y el primer Secretario Regional de la Red Latinoamericana de Personas Viviendo con VIH (RedLa+). Desde 2003, Javier trabajó para la International HIV/AIDS Alliance (Frontline AIDS), primero como Oficial de Programas Senior a cargo del programa de la Alianza en Ecuador, y desde 2005 como Representante Regional para América Latina y el Caribe. Javier es miembro de la Delegación de las Comunidades de la Junta del Fondo Mundial y fue Miembro de la Junta del Fondo Mundial entre 2006 y 2009. Está basado en Buenos Aires, Argentina.

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